Los centros sanitarios generan grandes cantidades de residuos derivados de su actividad. Lo más esencial es que algunos de estos desechos pueden provocar contaminación biológica si no se gestionan adecuadamente. Esto puede parecer una obviedad, pero, la realidad es que establecer de forma adecuada un protocolo para la gestión y tratamiento de residuos sanitarios en los hospitales implica muchos factores y puede resultar una tarea difícil de controlar.
¿Es adecuada la gestión de residuos sanitarios de tu hospital?
La tipología de residuos sanitarios que se generan en los hospitales es muy variada, y abarca desde los residuos urbanos como pueden ser el papel o el vidrio, a residuos que son considerados peligrosos o radiactivos.
El tratamiento de residuos sanitarios en los hospitales recae sobre la propia institución. A nivel estatal, es la entidad SIGRE la que se encarga de gestionar los residuos derivados de envases sanitarios y medicamentos que proceden de los hogares, sin embargo, en los centros sanitarios, los residuos debe de gestionarlos el propio centro.
A este respecto, es muy importante realizar un control del protocolo de gestión de residuos, para no perjudicar a la salud del personal sanitario ni a la de los pacientes de la institución.
Un mal tratamiento de residuos sanitarios afecta negativamente al nivel de salubridad y funcionamiento del hospital, y repercute negativamente sobre su reputación.
Por ello, entendemos que es una tarea altamente importante. El propio Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España y el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo desarrollaron la NTP 372: Tratamiento de residuos sanitarios que establece los requisitos mínimos para garantizar la seguridad del personal sanitario y de los pacientes en los centros sanitarios.
Sin embargo, ¿quién debe llevar a cabo la tarea de gestión y tratamiento de residuos en tu hospital?, ¿cómo puedes mejorarla para contribuir al buen funcionamiento de tu centro? A continuación, te lo contamos todo.
Tratamiento de residuos sanitarios: clasificación por grupos
La división de los residuos sanitarios en distintas tipologías es necesaria para establecer cuál es el tratamiento específico que necesita cada una de ellas.
Lo primero que necesitas tener claro para desarrollar un protocolo seguro y adecuado a la ley actual es cómo se clasifican estos residuos en base a tipo y riesgo que presentan:
- Residuos sanitarios asimilables, tipo I: material de oficina, residuos del comedor, residuos de jardines, etc.
- Residuos sanitarios no específicos, tipo II: curas, yesos, material de un solo uso contaminados con sangre, secreciones o excreciones, etc.
- Residuos sanitarios específicos o de riesgo, tipo III: Se deben aplicar medidas de prevención para su recogida y contemplan aquellos como; residuos sanitarios infecciosos, residuos anatómicos, sangre y hemoderivados en forma líquida, agujas y material punzante y cortante, vacunas vivas y atenuadas.
- Residuos tipificados, tipo IV: residuos que requieren especial atención tanto dentro como fuera del centro; residuos citostáticos, restos de sustancias químicas, medicamentos caducados, aceites minerales y sintéticos, residuos con metales, etc.
Protocolo para el tratamiento de los residuos sanitarios
Como todo protocolo de actuación, el protocolo para la gestión y tratamiento de residuos sanitarios sirve para facilitar la tarea a los encargados de ejecutarla. En este caso, el primer paso es la clasificación, como previamente se ha indicado, es fundamental para saber el nivel de peligro que tiene cada uno de los residuos para saber cómo hay que proceder a la hora de hacerse cargo de ellos.
Una vez clasificado los residuos, se deben depositar en diferentes recipientes aptos para su tipología. Además, dichos recipientes deberán estar perfectamente etiquetados definiendo el tipo de residuo que contienen según lo dispuesto en la normativa CLP, que regula la clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas.
Cuando los residuos estén perfectamente clasificados y recogidos, el transporte intracentro se encarga de depositarlos en los almacenes de residuos sanitarios correspondientes en un periodo máximo de 12 horas, de esta manera se evita la exposición peligrosa a los pacientes y personal sanitario.
El siguiente paso es el almacenamiento, que se puede realizar en el mismo hospital. Dependiendo de la tipología, algunos de los residuos pueden mantenerse hasta un máximo de 72 horas para no exponer a los pacientes, y siempre que se mantengan en las condiciones térmicas adecuadas.
Por último, la gestión de residuos sanitarios debe atender a los criterios de inocuidad, asepsia y salubridad exigidos por las autoridades, con el fin de garantizar la eliminación de los gérmenes patógenos y la protección del medio ambiente.
Esto apela directamente a las condiciones higiénicas de los centros sanitarios y a la gestión de la limpieza hospitalaria.
¿Cómo mejorar la gestión y tratamiento de residuos sanitarios en tu hospital?
La limpieza del hospital es un eslabón clave para asegurar una buena gestión de los residuos. La limpieza en los espacios sanitarios conlleva ciertas particularidades y especificaciones. Lo mejor es contar con un servicio de limpieza que esté especializado en el sector salud y conozca de primera mano las problemáticas del sector.
El personal de limpieza del hospital debe de estar tan formado como cualquier otro profesional del centro. Una mala higiene hospitalaria puede causar a tus pacientes una infección asociada a la asistencia sanitaria (IRAS).
Una tendencia que siguen los hospitales más innovadores es la contratación de una Facility Services especializada en el sector de la salud. Es una de las mejores opciones para implementar un protocolo de gestión y tratamiento de residuos sanitarios, ya que son profesionales del sector que adecúan sus servicios a la necesidad del centro siguiendo la normativa vigente.
Además, en una única contratación se concentran todos los servicios necesarios para mejorar el funcionamiento de las instituciones sanitarias. Pueden encargarse de realizar auditorías de la situación del hospital y desarrollar los protocolos adecuados a sus necesidades. Son expertos en limpieza, por lo que, disponen de la tecnología más eficaz para contribuir a la seguridad del hospital.
La externalización de los servicios de limpieza para hospitales también repercute positivamente en cuanto al ahorro de costes, y permite adaptar el servicio a las necesidades y demandas de los centros.
En definitiva, atesorar un buen protocolo de gestión y tratamiento de residuos sanitarios es imprescindible para que un hospital funcione adecuadamente, sin exponer a sus pacientes ni al personal sanitario. Sin embargo, no cualquiera puede ejecutar esta tarea de forma óptima, las Facility Services son la opción más puntera y segura, y ya son muchos los centros que optan por esta solución.
Si quieres saber más sobre las Facility Services, no olvides pasarte por nuestro blog, ¡encontrarás toda la información que necesitas! No olvides que la salud de los tuyos es lo primero.