En la industria farmacéutica se llevan a cabo todo tipo de investigaciones muy importantes para la salud y la vida humana.
Los laboratorios son espacios en los que hay que tener especial cuidado cuando hablamos de limpieza y desinfección, el más mínimo descuido puede producir una contaminación entre las sustancias necesarias para la elaboración de los productos farmacéuticos.
La contaminación biológica es uno de los más altos riesgos dentro de la industria farmacéutica.
Ésta se refiere a la presencia de materiales, tales como bacterias, microorganismos o virus, no deseados para la correcta consecución de los proyectos desarrollados en el sector farmacéutico. Esta contaminación puede producirse durante el desarrollo del propio trabajo, o durante su almacenamiento y altera la calidad y efectividad de los productos.
La contaminación biológica también puede suponer un gran peligro para la salud de los empleados y para los consumidores finales.
¿Te gustaría conocer cómo prevenir la contaminación biológica en tu laboratorio? En este artículo te daremos algunos consejos con los que esperamos que puedas evitarla.
¡Sigue leyendo!
En cuanto a la contaminación en la industria farmacéutica se refiere, nos encontramos con tres tipos:
Los contaminantes biológicos son todos aquellos seres vivos con un tiempo de vida determinado que ocasionan enfermedades infecciosas o parasitarias en los seres humanos.
Para evitar su propagación, se necesitan establecer medidas y técnicas que aseguren una correcta manipulación y transporte de estos agentes biológicos.
De igual manera, tu laboratorio debe contar con un plan de emergencia ante accidentes y protocolos higiénicos que eviten la dispersión de estos patógenos.
Los contaminantes biológicos se dividen en cuatro grupos:
Grupo 1: contaminantes que son poco probable que produzcan enfermedades en seres humanos.
Grupo 2: contaminantes o patógenos como bacterias que causan enfermedades pero que no suelen propagarse.
Grupo 3: contaminantes que causan enfermedades graves, se propagan y necesitan de un tratamiento. Este sería el caso del Sida.
Grupo 4: contaminantes que causan enfermedades muy graves, contagiosas y para las que no existe tratamiento. Este sería el caso del Ébola.
Estos grupos sirven para determinar el índice de riesgo de los contaminantes. Se debe usar esta categorización a la hora de definir un protocolo de actuación específico, según el nivel de peligrosidad.
La contaminación biológica se produce al no utilizar el equipamiento adecuado, como mascarilla, guantes, epi… Este equipamiento impide que los microorganismos o partículas que puedas tener en tu cuerpo puedan entrar en contacto con los productos que estás desarrollando.
Asimismo, aunque los empleados cumplan con estas medidas, es muy importante que no acudan al laboratorio si sospechan que pueden ser portadores de alguna enfermedad. Por otra parte, otra causa de la contaminación biológica es la no realización de una limpieza y desinfección adecuada de la instalación y su equipo de trabajo. La esterilización de estos espacios es lo que verdaderamente asegura que no se desarrollarán bacterias y microorganismos.
Aunque la contaminación biológica es muy difícil de controlar, ya que los microorganismos y bacterias se reproducen constantemente, esta se puede evitar o minimizar si aplicas las siguientes medidas:
Algo muy útil y que te permitirá despreocuparte de la limpieza de tu laboratorio y el riesgo de contaminación biológica es contratar una Facility Services especializada en el sector pharma. Contar con un buen servicio de limpieza especializado en industrias farmacéuticas y con gran experiencia en el sector, te permitiría disponer de equipos especializados que utilicen las mejores técnicas de limpieza para eliminar toda posibilidad de desarrollar contaminaciones biológicas en tu laboratorio.
¿Quieres saber más sobre la limpieza de tu industria farmacéutica? Sigue leyendo nuestro blog.