La percepción de la externalización ha cambiado en los últimos años. Si bien en los años noventa la tendencia era totalmente enfocada a la internalización, en la actualidad está habiendo un aumento progresivo de la externalización del facility services management.
La externalización bien hecha, bien organizada, ayuda a aumentar la rentabilidad, la productividad y disminuye los riesgos comerciales. Se aumenta la competitividad porque básicamente lo que permite es que la empresa se centre en el core de su negocio.
Las empresas son expertas en desarrollar su producto, prestar un determinado servicio, etc. Pero no son expertas en la gestión del facility services management, si no son empresas como Lunet Facility Services que se dedican a ello. Por lo tanto, es un lastre dedicar recursos a estos servicios no esenciales para ellos. Externalizando estos servicios, se obtiene una clara ventaja estratégica.
Al margen de las ventajas comentadas, cada empresa tiene sus particularidades. Deben realizarse una serie de preguntas antes de tomar la decisión estratégica de externalizar el facility services management.
¿Es más ventajoso realizar estas tareas de forma interna? Pueden existir factores que hagan más rentable la contratación interna.
¿Las tareas se pueden llevar a cabo más eficientemente de forma externa? La particularidad técnica de cada empresa puede conllevar que se precise un equipo muy experimentado y/o técnico.
¿Los costes de externalización son más bajos que los costes in-house? Si externalizar resulta más barato que contratar un equipo interno, obviamente es un factor que tener muy en cuenta.
En definitiva, hay muchos factores a tener en cuenta y hay que analizar las particularidades de cada empresa. Pero resulta claro que, en la mayoría de los casos, la externalización del facility services management es un movimiento estratégico que, al menos, hay que tener muy en cuenta.
Si queréis profundizar más en el tema de la evolución de la externalización en general, os recomendamos este artículo de Deloitte.